¡ Vale la pena !
“Tu vida es tu mensaje para el mundo. Asegúrate de que sea inspirador”. Mahatma Gandhi.
Pues, un lunes de noviembre, por clase de 2º Bachillerato, apareció el padre Alejandro, quien además, venía con Claudia, una religiosa que con su sonrisa sincera ya nos estaba diciendo que ella sí que había encontrado ese “porque” que daba sentido a su vida.
Fue un diálogo rico, a veces porque no decirlo, tenso, temas de tal envergadura siempre causan cierto revuelo interior. Ellos nos compartieron su experiencia: “Al igual que vosotros hemos vivido siempre queriendo ser felices, faltaría más, ¿quién no busca serlo?”
Fue una hora, de compartir, interesante. Hablamos de la importancia de cuestionar, observar, argumentar para ir encontrando el sentido de la vida.
Pero que no nos equivoquemos, propuestas de sentido, hoy abundan. Alejandro solo quería hablarnos de una, de aquella, que a él le ha resultado la fórmula de su alegría.
Pues sí, Dios, pero un Dios, muy terrenal, ese que te compromete, no solo a ser un consumidor de sociedad, sino a ser un constructor de la misma.
Y así como les vimos llegar, les vimos partir, y ya está querido amigo, sin más, de puntillas…..